Nos escribe MAGDALENA ZAPATER RUBIO

A través del blog ha llegado esta carta. ¿Alguien conoce los apellidos Ruperez Gallego?.
En el libro TESTIMONIOS CRIMINALES (cuya autora es la que nos escribe esta emotiva carta) aparece Fuentegelmes. Si alguien puede identificar sus orígenes, seguro que le ayuda...

A continuación, su carta:


MAGDALENA ZAPATER RUBIO
C/ Capitán Godoy Beltrán, nº 23-4º-2ª
50002-ZARAGOZA


DIONISIO CONTRERAS CASADO
Fuentegelmes -SORIA

Zaragoza, 28 de Abril de 2009


Mys. Sr. Mio:

Mis recuerdos de Fuentegelmes, se remontan al año 1933, mes de febrero, cuando desde allí se requiere a mi madre, ( Antonia Rubio Ruperez ) porque una tía carnal suya estaba muy enferma.

Nos pusimos en camino el resto de la familia, mi padre, (Antonio Zapater Marraco) mi hermana (Asunción Zapater Rubio) y yo. Fuimos en tren desde Zaragoza hasta Almazán mi madre, como ya he contado ya estaba allí, nosotros esperamos al tio que vino a buscarme con una caballería donde iban mi hermana y la maleta, por lo que yo pienso que no había otro tipo locomoción y encima el camino era de tierra, vaya viaje.

De la casa de la familia solo recuerdo una cocina de hogar bajo y una luz de candil, yo pienso que no había luz eléctrica ya que también las calles estaban a oscuras.

Mi madre y mi hermana se quedaban en la casa de la tía y mi padre y yo nos íbamos a dormir a casa del Sr. Cura, que se alumbraban con vela.

Por la mañana la señora que había en la casa, me preparaba el desayuno que constaba de un tazón de leche con una rebanada de pan con miel, esto lo hacía todos los días, al parecer tenían muchas colmenas.

Del pueblo recuerdo una Iglesia o Ermita, cercana a la casa, que estaba cerrada con una puerta de barrotes de hierro y que al fondo no podía ver nada porque estaba oscuro.

También recuerdo un riachuelo o acequia cercana y a una niña de mis años, que nos veíamos todos los días, no recuerdo su nombre, lo que sí recuerdo que se enteró que era mi cumpleaños, allí hice los 6 años (Nací el 7 de Febrero de 1927), y vino a buscarme porque su mamá, me iba ha hacer un regalo !! dos huevos !!.

También recuerdo que mi padre, iba todos los días a Villasayas a por la leche, debe de estar muy cerca de Fuentegelmes, porque el se iba andando, yo fui un día con él pero me debí de cansar mucho, porque ya no me llevó más.

Espero haber servido de algo, con esta pequeña historia, pero le contare con pena que mi tía murió a los pocos días y ya no volví, por avatares de la vida, que se puede imaginar, a esa tierra tan querida por mí.

Bueno amigo Dionisio, como verá Vd. mis recuerdos de Fuentegelmes no son muy “buenos”, al fin y al cabo son los recuerdos de una niña de 6 años, ( Ahora tengo 82 ), no obstante estos recuerdos los he tenido siempre muy presentes, de hecho cuando escribí el relato del fusilamiento de mis padres, que no se si lo sabe Vd. pero este relato esta publicado en el libro TESTIMONIOS CRIMINALES, escrito por Pablo Marco, donde además de este relato hay algunos, mas, y en el cual aparece Fuentegelmes.

Siempre he querido saber las raíces de mi familia materna, se que mi madre y su hermano, nacieron en Almazán, pero y ¿mis abuelos?, por acaso Vd. Puede decirme algo, le envío los datos de esta familia:

La tía que vivía en Fuentegelmes, era hermana de mi abuela, no recuerdo el nombre pero los apellidos son RUPEREZ GALLEGO,

Mi abuela se llamaba TORIBIA RUPEREZ GALLEGO y uno de mis abuelos se llamaba RAMON RUBIO SORIA, pero me queda la duda de donde nacieron.

Queda a su entera disposición. Un saludo


MAGDALENA ZAPATER RUBIO
malenazaragoza@gmail.com
TFNO: 976 42 01 23

Eusebio Contreras Matamala

Foto enviada por Saúl García Contreras (hijo de Encarna Contreras)

Foto delante de un 600

¿?, Encarna, Miguel, José Luis, Victor y Consuelo Calvo

Foto enviada por Saúl García Contreras (hijo de Encarna Contreras)

Jesús y Jose Contreras, e Israel García de niños

Foto enviada por Saúl García Contreras (hijo de Encarna Contreras)

Luchi Contreras y Encarna Contreras

Foto enviada por Saúl García Contreras (hijo de Encarna Contreras)

María y Encarna

Foto enviada por Saúl García Contreras (hijo de Encarna Contreras)

Cruz de 1773

Cruz encontrada en Fuentegelmes. Donada por Dolores Casado a la Iglesia de Santa María de Sigüenza. Se puede leer: "A 1773"

Referencia a Fuentegelmes de Magdalena Zapater en su libro

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“(…)Las cosas en la familia habían mejorado debido a una herencia que provenía de una tía de mi madre, hermana de mi abuela, que no tenia hijos. Recuerdo que cuando estaba a punto de morir llamaron a mi madre; fuimos todos menos mi tío, porque estaba de militar, a Almazán. Fuimos en tren, pero hasta el pueblo donde vivían los tíos ¿Fuentegermes? [Fuentegelmes] -nunca he podido encontrarlo en un mapa- había que ir andando. Vinieron a buscarnos con una mula y en las alforjas pusieron la maleta y a mi hermana, pero no sé si la cría pesaba poco o que la maleta pesaba mucho; el caso es que una de las veces que miraron hacia ellos estuvo a punto de dar la vuelta, por lo que mi madre prefirió llevarla en brazos. De vez en cuando se relevaban, hasta que llegamos al pueblo; que no sé cuanto distaba de Almazán, pero se me hizo el camino muy largo.

Era muy pequeño, no tenía ni luz eléctrica, así que cuando encendían el candil a mí me entraba un sueño tremendo. Me dormía muy temprano ya que era invierno. Allí cumplí mis seis años, y una vecina de la familia me regaló dos huevos de gallina, para que mi madre me hiciera una tarta, decía ella. La casa debía de ser muy pequeña, no recuerdo si la vi completa; recuerdo el hogar bajo, la cocina; estar alrededor del fuego y, sobre todo, del candil: ¡qué tristeza, Dios mío! Mi hermana dormía con mi madre en la habitación de la enferma, por no dejarla sola, por su gravedad. Yo no llegué a conocerla, ya que a mi no me dejaban entrar o yo le tenía miedo porque estaba todo el día quejándose; desde fuera la oíamos. Nunca supe tampoco de qué murió, pero no seria muy vieja. Mi padre y yo dormíamos en la casa contigua, que era la del cura, cuando pasábamos a dormir. La señora de la casa -seria la madre- nos esperaba con unas galletas; serían caseras, pero a mí no me gustaban. La cama era muy alta, tanto, que si no había nadie para ayudarme a subir me tenia que poner una silla. Por la mañana, cuando me levantaba, ya mi padre se había ido y la señora me había preparado la leche y una rebanada de pan con miel, tan grande, que yo, poco comedora siempre, no me la podía terminar; pero no me dejaba marchar hasta que me la hubiera terminado. Se hacía tan tarde que luego no quería comer: así que aborrecí la miel untada en el pan. Siempre que alguna vez la he comido, ya mayor, recuerdo a la señora y a la casa del cura y, hasta aquel pueblo.

En los días que estuvimos allí, mi padre, que no tenía nada que hacer, era el que iba al pueblo de al lado, Villasayas, a por la leche -este pueblo si está en el mapa, al menos su puerto-. A mí me llevó un par de veces con él; pero había que ir andando, como una hora de camino. Pasaban los días y mi padre ya no podía faltar más al trabajo, así que se fue.

Al poco parecía que la tía iba mejor y nosotras regresamos también. Pero a los pocos días avisaron de que había muerto. (...)"

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Lo escribe Magdalena Zapater (¿?), y si quieres leer el texto completo, haz click AQUÍ

Mostillo

El MOSTILLO se hace con el AGUAMIEL. Esta se obtiene de lavar los opérculos, después de haber extraído la miel, para separarla de la cera. Este lavado se hace en un gran caldero, con agua hirviendo, removiendo durante nueve horas aproximadamente, espumeándola y añadiéndole más agua fría. Antes de esta operación se habrá separado la cera. Una vez obtenido el aguamiel, se le hace fermentar para hacer el mostillo. Por cada litro de aguamiel, se han de echar ocho cucharadas soperas de harina y la ralladura de una naranja o de un limón. La textura es espesa, y se coloca en bandejas para dejarlo enfriar. Se come cortándolo en trozos.

I Ruta de Senderismo por el Río Torete

Ruta: Bordecorex - Fuentegelmes - Villasayas

Colmenares

El colmenar está compuesto por un recinto y un edificio en su interior dónde se encuentran los hornos. El edifico del colmenar esta hecho con cuatro paredes de adobes y piedra y un tejado de teja árabe. Al recinto del colmenar se accede, como se observa en la foto, por una puerta de tablas. La situación del colmenar el la que es, debido a la gran cantidad de Tomillo, Espliego y otras plantas muy aromáticas.

Cada horno tiene en su interior una cruz hecha con dos palos de madera cruzados en su interior enjambran las abejas. El agujero por el que acceden las abejas al horno se le llama “Piquera”. Cada enjambre de abejas trabaja en un horno, en el que elaboran sus paneles de cera y depositan su miel.
En el tiempo de la cata, se abren los hornos y se sacan los paneles con una catadera. Para evitar que mientras se produjera la cata las abejas picaran al “apicultor”, éste se ayudaba del humo procedente de la quema de excrementos secos de algún animal.

La miel constituía un significativo apoyo a algunas economías domésticas de la zona.